Autor/es: Laura Beatriz Michelin Salomon Geymonat
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Había una vez un niño que estaba aburrido, entonces se fue al jardín de su
madre Ana; allí vió una flor que era rara, no era igual a las demás, sus
colores no eran tan conocidos para una flor, es más se balanceaba de un lado
a otro. Entonces el niño llamó a su madre y como la mamá sabía de jardinería
le preguntó: ¿qué le pasa a la flor?
- Bueno le explicaba...cuando las
flores se balancean quiere decir que están tristes, entonces lo que tenés
que hacer es hablarle con cariño.
-Bueno, dijo el niño. ¿Le puedo
hablar?,
-¡Sí!, dijo la madre.
Despacito el niño empezó a hablarle,
contarle lo que sentía acerca de ella. La flor comprendió lo que decía el
chico, entonces a la flor se le fue la tristeza.
La autora tiene 10 años